Uno de los aspectos que primero llama la atención cuando nos familiarizamos con Design Thinking, sobre todo a los nativos digitales, es la utilización profusa de las notas adhesivas. Incluso parecería lógico que una metodología reconocida como novedosa confiara más en los instrumentos digitales para la captura, procesado y difusión de la información. Si tenemos a nuestra disposición aplicaciones como los procesadores de texto o las hojas de cálculo, ¿por qué volver al viejo papel?
La clave está en que el trabajo en equipo, el compartir información, el procesar conjuntamente los datos de que se dispone en cada momento, es consustancial al Design Thinking. Buscamos construir una visión compartida con el resto de los miembros del equipo, y cualquier puesta en común requiere colaboración. La naturaleza física de las notas adhesivas, la posibilidad de compartirlas, moverlas de un sitio a otro, ordenarlas, disponerlas de diferentes maneras, o incluso arrugarlas o romperlas, promueve ese sentimiento de propiedad compartida que es muy difícil emular en el mundo digital.
Además, el que cada concepto, idea o elemento de información tenga una representación física diferenciada fácil de manejar facilita enorme- mente la construcción de los diferentes diagramas, mapas, paneles y tablas utilizados en las distintas etapas de la metodología. Al utilizar notas adhesivas, sacamos los datos del universo cognitivo (nuestros recuerdos, nuestros conocimientos) o del universo digital (el ordenador o el móvil que utilizamos para tomar notas durante las entrevistas, por ejemplo), haciéndolos tangibles en el mundo físico (las notas). Al hacerlo, liberamos a la memoria de las limitaciones naturales del cerebro y de la organización artificial de la tecnología. Así, podemos manipular y distribuir libremebte los contenidos, y los miembros del equipo pueden observar los datos en su conjunto al mismo tiempo, algo totalmente imposible, al menos por ahora, en el mundo digital.
Obviamente, las notas adhesivas también tienen inconvenientes, aunque sus beneficios superan con creces las desventajas. Por ejemplo, no es posible enviar directamente notas adhesivas por correo electrónico para compartirlas con personas o equipos que colaboran con nosotros de forma remota… aunque en cualquier caso resulta extremadamente sencillo tomar una instantánea con la cámara de fotos de nuestro móvil para trasladar las notas adhesivas al mundo digital, y disfrutar así de las ventajas que proporciona dicho mundo.