El Design Thinking tiene tres enemigos muy poderosos que pueden llegar a comprometer un proyecto hasta el punto de convertirlo en un fracaso. Estos enemigos son el miedo, la resistencia y el abogado del diablo, y pueden aliarse para conseguir eliminar la producción creativa mediante la negatividad no constructiva.
- El miedo evita que los design thinkers hagan uso de sus métodos e instrumentos para alcanzar sus objetivos. Nos hace vacilar y distraernos, y genera dudas sobre nuestros conocimientos y habilidades, compromete nuestra autoestima, y limita nuestra capacidad para tomar decisiones a tiempo. La procastinación, no hacer algo para no hacer nada, es una consecuencia del miedo.
- La resistencia entorpece el proceso de Design Thinking al contaminar nuestras metas con todo tipo de cosas que deben hacerse primero. Mueve el foco de la búsqueda de soluciones a cualquier otra cosa que no sea esa búsqueda de soluciones. Siempre surge algo más urgente cuando tenemos que encarar una tarea que nos puede hacer avanzar en nuestro proyecto. La resistencia también puede presentarse a través de otras personas, incluso a través de otros miembros del equipo.
- El abogado del diablo es esa persona que nunca tiene nada productivo que decir, pero de inmediato sabe y expresa exactamente por qué cada solución inicialmente propuesta no funcionará. Esta personalidad va más allá del pensamiento crítico y el análisis crítico negativo. Este tipo de persona tiene la capacidad de hacer fracasar proyectos cambiando el enfoque de soluciones potenciales a problemas hipercríticos que podrían incluso no ser relevantes al final de todo. El objetivo de esta persona es detener cualquier idea adicional hacia una solución, y debe ser expulsada de la sala.